En este proyecto participan fundamentalmente mujeres que buscan una fuente de desarrollo económico tanto para ellas como para sus familias.

Esta iniciativa se gestó originalmente basándose en las especiales características de la zona, libre de la presencia de pesticidas lo que permite obtener una miel de por sí, orgánica.

Las participantes han recibido una importante capacitación técnica, pilar fundamental del éxito productivo.

Dentro de este proyecto cabe destacar que en Diciembre 2007 se instaló un apiario modelo.

El proyecto consideraba las inversiones necesarias para iniciar el emprendimiento productivo y partió con la adquisición de 50 núcleos con material genético de primera calidad, adaptado a las condiciones climáticas de la zona, material para contener las abejas, cámaras de cría, alzas y pisos, todos en madera nativa de coigüe. Su puesta en marcha les significó a las apicultoras un trabajo de dos meses en los que desarrollaron habilidades y competencias en el área de la carpintería, herramientas eléctricas, etc.

Finalmente, en Diciembre de 2007 llegaron los núcleos del “apiario modelo”, instalado al interior de la Reserva.